En Huaraz, a los diecisiete días del mes de julio de dos mil diez, los suscritos, candidatos a alcaldes y regidores por el Movimiento “Ancash Dignidad” asumimos firme y solemnemente el compromiso de luchar denodadamente por erradicar la corrupción en la administración pública de nuestra provincia y de nuestra región.
Este compromiso lo efectivizaremos con las siguientes acciones:
1. Realizando todos nuestros actos públicos y privados con la más absoluta transparencia; y dedicando nuestro tiempo y esfuerzo al servicio del pueblo.
2. Erradicando desde el primer momento de nuestra gestión la nociva práctica de cobrar el diezmo a las empresas constructoras y a los proveedores de los municipios.
3. Informando permanentemente a la población huaracina y de la región del gasto presupuestal publicando contratos y comprobantes de pago de todas las transacciones.
4. Sincerando los precios de los objetos, bienes y productos a adquirir, de acuerdo a los costos de mercado.
5. Comprometiéndonos a no crear empresas familiares proveedoras de los municipios; ni favoreciendo a allegados y amigos.
6. Efectuando las licitaciones del modo más transparente posible, con participación vecinal en los comités de adquisiciones y con apertura de sobres en actos públicos con presencia de la población y la prensa.
7. Fortaleciendo los mecanismos de control al interno de los municipios, y desburocratizando la administración municipal, informatizando procesos y agilizando trámites.
8. Realizando cabildos abiertos en los que se recoja el sentir del vecindario, y en los que se informará detalladamente de los gastos realizados con el dinero del pueblo.
9. Conformando un equipo de supervisores de obras con profesionales capaces y honestos que hayan demostrado una clara vocación anticorrupción.
10. Denunciando ante el Ministerio Público a quienes lucren o hayan lucrado con los dineros del pueblo.
Este solemne compromiso lo firmamos en la plenitud de nuestras facultades, en un acto de buena voluntad hacia nuestro pueblo, y como un ejemplo para la niñez y la juventud huaracina, que vea y entienda que la política en esencia es servicio y jamás, afán de servir intereses personales o de grupo.
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